Como Yungay yace sepulto mi amor

 

Desde los picos altos hasta las ondulantes olas

descansa un amor que se olvidó.

He amado al clavel y la flor, ¿y acaso no he llorado?

 

Porqué vendrás idilio de amor

como el vino tintado de flor,

después de sentir tu fermento

te vas rodando al adiós

 

Tal vez quedaran las calles albas

amaneciendo al amor cada mañana.

 

Cada tarde llegará rociando su naranja

el árbol del crepúsculo

Despide tras las sombras nuevas

el almendro y el jazmín.

 

Como Yungay yace sepulto mi amor

porque tembló tu corazón

y vino el alud que trago el dolor

 

¿Me recuerda acaso Huaraz?

allí que las velas de mi cuarto se apagaron

¡Yo no lo sé!

pero tal vez se acuerde ella de mí

 

La calle Centenario y Fizcarral,

un puente sobre el río.

¿Estarán sus piedras altas

amaneciendo al amor cada  mañana?

 

Cada mañana el cielo asoma

trayendo espadas y espejos,

cubre los montes de alumbre y zafiro tenue.

 

¿Estará aquí lejano, el lozano Huascarán?

El mismo que quitó la sonrisa a Yungay,

El mismo que cerró las cortinas a mi amor.

 

A sus pies gigantes, seguirán llegando

las palmeras, las tardes

y las gentes tristes…

 

Como Ranrairca yace sepulto mi amor

porque tembló tu corazón

y vino el alud que trajo el dolor

 

Sopla el viento. Trina un pájaro.

y el agua fresca decanta en la rosa.

Las gentes tristes se van

 

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