Madre

 

Madre, perdóname
si te olvido en mis palabras.
A veces
la tristeza crece tanto
que no me cabe en el alma
y olvido la dulzura
de un beso tuyo.
 
Madre,
ríes con mi boca
y haces una fiesta de humildad
para sentarme a tu lado.
 
Me miras
como si fuera un niño,
luego preguntas
¿qué te está pasando hijo mío?
Olvidando el tiempo,
tus canas
y mis arrebatos
de juventud.
 
Intentas descifrar mi dolor
te entristeces por mí,
entonces miro tus ojos buenos
y elevo una sonrisa
para que tu corazón se alegre
y digo que te amo.
Madre,
todo va a estar bien
todo ya está bien.

 

 

Retornar