Diario de róger e.
antón fabián
Desde hace algunos años Róger E. Antón
Fabián lleva un diario personal. En la última semana gracias a una visita
a la ciudad de Lima tuvimos en contacto con él y nos reveló parte del
mismo mientras nos decía: “Esta obra mía, escrita en el aislamiento más
severo, es el fruto de un trabajo tenaz. He llegado a escribir la
totalidad de un libro -como recomendaba Nietzsche- casi sin
proponérmelo. Es un conjunto de pequeñas intromisiones en el interior de
mi propia vida, de reflexiones y tragedias que me han dado todos los
placeres permitidos de ‘escritor’, una constante de viva inspiración y
sobre todo la absoluta convicción de que no he utilizado todos mis
esfuerzos en vano; y, por último, la aprobación y cariño de algunos de
mis mejores amigos con lo cual se cumple que uno sin duda escribe por
amor y para que lo quieran más…” Aquí parte de mismo escrito este año:
DIARIO PERSONAL
[…]
Lima, 29 abril de 2006 (1: 45
de la madrugada).- De
pronto me percato, descubierto, quizá por mi cercanía a los treinta y un
años que sin darme cuenta desde algún tiempo he perdido el rostro
angelical, el cariz que amparó a un niño y que como si hubiera estado
dormido al despertar me sorprendo con la máscara pegada a la cara. Pocas
ganas de consignar apreciaciones que aplazaré para mañana sin falta.
Rutina en esta pensión donde vivo y donde M. viene sólo a dormir. Leo
apenas como puedo, preparo clases. Varios proyectos algo esperanzadores
que yo hubiera querido realizar pero qué desgano y cuántos problemas que
algún día entenderé: tensión de vida, expectativa e imposibilidad.
Ahora leo hojeando
a tramos una biografía de Bécquer:
“Gustavo
aceptó con su ingénita resignación aquel nuevo fracaso. Los tiempos no
eran propicios para alcanzar notoriedad con versos ni artículos
literarios …. [Bécquer que] empleó algunos ratos de su forzado ocio en
dar un vistazo a sus composiciones, fue destruyéndolas poco a poco y ni
una sola de ellas aparece en sus obras, porque todas perecieron a sus
manos …”
y como está escrito de su puño y letra, con otros autógrafos y
papeles de algún interés:“De mis puestas sólo utilicé tres o
cuatro: las restantes sufrieron la suerte que merecían: anulación y
olvido.”
De ello se puede deducir que la vida del poeta era monótona y
un tanto triste; pero sin aflicción ni queja. En vez de vivir en el
mundo, él vivía en una exaltación literaria y amor a las letras. Las
miserias y la pequeñeces de que está llena la existencia, no alteraba su
ritmo habitual: cierta calma, alguna serenidad, y la absoluta resignación
del genio. Jamás sentiría el
aburrimiento y la soledad le agradaría en extremo, llena de seres, ideas
y sentimientos que formarían un mundo en el que hallaría sus más puras y
hermosas satisfacciones. Ejemplo a seguir o estolidez de sueño romántico.
Lima, 09 de mayo de 2006
(medianoche).- Hace unas
horas [ayer], por la mañana frente a la tumba de mi abuela, conversando
con mi madre entre nichos ante la inmensidad del cementerio luego de
pintar la lápida. He viajado por seis horas y he llegado a este lugar del
cual quiero irme tantas veces. Paula se quedó llorando. No sé qué
demonios hago aquí, ya que nada produzco, sólo un pequeño trabajo de
‘dictado’. Proyecto de irme del país o titulación para enseñar en Ch.
Cansancio. Acerca de M. ni un viso de vida cuando ya son la una de la
madrugada. Anteayer, domingo: M por carta me dice que siempre estoy
pegado a mi madre ¿Qué será cuando tenga hijos? ¿Seguiré abandonando a
ella y los míos por mi madre? Sin respuestas. Revisión de cientos de
libros hasta la llegada de una amiga de mamá, con quien jugamos a las
cartas por espacio de casi cinco horas. Qué hermoso es cuando la paz, la
amistad, la fraternidad se posa en las personas. Por lo demás insulsez.
Prosa terrible. Vi por ahí algunos escritos antiguos míos de los cuales tuve
que desentenderme. Situaciones de aprecio materno que sólo lejos ahora me
percato. Cajas de libros para descarte: leídos y otros que jamás leeré.
¿Por qué Asturias habrá escrito un texto para una universidad americana?
Textos de derecho e interminables recortes y fotocopias. Tanta lectura y
para qué y por qué. ¿Qué pretendo? ¿Adónde quiero llegar? Proyección de
un cambio radical que renueve las viejas perspectivas en torno a la vida
y las letras. Visión del camino equivocado y casi apertura de la imposibilidad
de retorno. Hoy en la mañana petición ante la tumba de mi abuela:
desentenderme de la literatura y ver feliz a mi madre. Estoy solo en mi
habitación, busco la felicidad y, como todas las noches de mi vida,
camino hacia la soledad.
Lima, 11 de mayo de 2006.- La relación de correspondencia entre lo
pensado y la palabra que en ese mismo momento profiere otra persona.
Suerte de trasmisión que no es más que uso limitado del lenguaje. Cientos
de términos repetitivos con frecuencia. No tiene nada que ver con la
suposición telepática, sucede que la radio emite, y quizá el orden de
palabras cercanas al término del hablante remitiría a una visión de lo
inconsciente. Ayer escuchando grabaciones me percato de ello por lo cual
queda descartado la transmisión telepática a pesar de los tratados que
existen sobre la misma. Quizá a beneficio de uno podría decir que no es
que uno transmita tampoco al hablante sino que el inconsciente nuestro,
leal banco de palabras, se agudiza y fluye la palabra más próxima. M.
insoportable, cambiando de opinión, ofendiendo y portándose como una niña
malcriada. ¿Por qué no se va de una buena vez? Hartazgo nauseabundo, lo
cual cambia mis planes recientes. Ya veo cada vez mas cerca lo venidero.
Lima, 16 de mayo de 2006.- Hasta cuando estaré aquí. Es posible que
pronto me marche cuando quizá ya no pueda más. Aquí como es ilógico me
estoy destruyendo, nunca pensé que esto ocurriría. Mi vida parece una
apoteosis de un pequeño Tolstoi condenado a la barbarie. Esta tarde
lectura de epístolas que me dejan estupefacto, cientos de ellas que no me
provocan más que vómito y tristeza. Tiempo que no volverá. Incredulidad y
tangencia de lo vivido que dejó su herida lacerante. M se llevó todos sus
enseres y entre ellos también fotos propias que yo tenía en mi poder y a
decir verdad casi todas las fotos que tuve de ella, lo cual me dice que
la ruptura es definitiva. Es raro: escarbó cartas y detalles y se llevó
sólo fotos; por lo demás la vida ocurre tal cual. Cansado de soportar
estólidos colegiales, pequeños idiotas condenados al fracaso. Ahora
tendré que salir a cenar como siempre y mañana levantarme temprano para
dictar una clase que no quiero y estar ahí condenado. Náusea a pesar de
lo poco que he comido. Cansancio.
Lima, 19 de mayo de 2006 - 6:
55 pm.- Ante los visillos
de un pequeño desdén [D].
¿Quién entiende a las mujeres? Estuve a punto de ir solo a los juegos
mecánicos pero desistí. Quizá me habría adentrado en mi niñez y me habría
deprimido. Compré yogurt y pan en el supermercado. Al parecer dejé la luz
encendida y encontré doble vuelta de llave y todo apagado. M. podría
haber estado aquí. Llamé al centro cultural para renovar el préstamo de
libros: Vida Desnuda de Rosa
Montero y Pasiones pasadas de
Javier Marías. Me pasé toda la tarde escaneando recortes de Vallejo,
Breton, Westphalen, Ribeyro, Hemingway
y tantos otros. Un crítico peruano de cierta notoriedad cita cerca de
veinte nombres en un artículo, hace una pirotecnia de palabras
técnico-literarias y no dice nada. Ayer lectura hasta muy tarde: tres de
la madrugada de Los detectives
salvajes de Roberto Bolaño [una suerte de diario de iniciación] la
que abordé luego de desistir a 2666
y a una biografía de Poe escrita por Gómez de la Serna, ésta última por
desidia propia, pues está bien escrita… en cambio a 2666 se le nota los remiendos, no estaba terminada para su
publicación y Herralde debe de haber hecho lo imposible por editarla.
Mejor hubiera sido dejar los borradores tal cual. Remota posibilidad de
encontrar a M. ¿Habrá leído la carta? La verdad es que no sé el número de
su teléfono: grave error, por ello desde ahora tengo que ser más ordenado
y tener una agenda; ya que por descuido uno podría divorciarse u olvidar
su propio cumpleaños aunque esto último no importa tratándose de mí. El
amor es compartir, leí hoy en un texto chino, y el verdadero secreto de
la eterna juventud. Tenerlo siempre en cuenta.
Lima, 24 de mayo del 2006.- Ingratitud de la vida. Ayer nomás bailaba
jocoso en un cumpleaños al que asistí con M. y ahora hace reclamos por lo
mismo. Discusiones. Notas y apuntes: uno sobre la relación
madre-hija-suegra-yerno que ya olvidé; además qué importancia tiene ya.
Pesimismo, luchar ¿para qué?, las garras del disparate renacen o será que
es producto de la jornada: noticias virulentas todo el día. Un drama;
sonrisa estoica pero sin ganas de nada, de absolutamente nada. Creo que
llega la última etapa, cada vez me acerco más al despeñadero. Dentro de
poco me voy de aquí ¿A dónde? No lo sé; pero tantas veces he estado así
que me ha llevado a reconocer la constante de la vida, y por ello no
tengo el menor temor, sobreviviré. Ahora con los ojos que revientan de
cansancio, escucho una canción y recuerdo a la abuela Juana. Soledad tremenda,
¿Tal vez sea considerable la recomendación de un psiquiatra, quizá quien
logra verme a los ojos en el fondo ve una profunda tristeza que no puedo
esconder? Quién sabe si mañana mi madre estará aquí, qué rostro poner,
cómo aparentar que no existe dolor. Al amanecer tengo que ir a trabajar
como un ventrílocuo sin vida. Años que he vivido en esta ciudad y no soy
sino ficción, nada. Algún rastro quedará aunque todo se olvide. Hoy no
podré dormir una vez más…
Lima, 01 de junio de 2006.- Paradójica, insoportable e inevitable, la
rueda del destino gira insospechada. Tengo que cambiar este pesimismo
terrible. Cansancio que no me permite escribir. Esta vez al parecer todo
gira a mi favor, ya que nace un nuevo afecto. Dejemos a ver qué pueda
suceder, pero no tiene un buen cimiento y porfiar en él, me desentona; en
fin sin poder escribir, que es lo importante. Contrapeso de situaciones
favorables después de las terribles, pero no tan alentadoras en realidad.
En fin viaje mañana a Chimbote.
Lima, 05 de Junio de 2006.- De pronto a la llegada de Chimbote me
encuentro desolado. Mañana como siempre ir a trabajar, dentro de poco
tendré que salir a buscar qué cenar. M. estuvo aquí el jueves reclamando
sus últimas pertenencias. Petición de mi parte de la partida matrimonial
para agenciar el divorcio. En Ch. descubro que mi hermana sabe del
problema más que yo; pero la prudencia la hace callar. Hoy: viaje
cansadísimo. Ayer: almuerzo con mis hermanos al que faltó uno de ellos.
Charla con mi padre. Largas tertulias con mamá. Asombro de ver a tantos
sobrinos y no poder grabarme sus nombres.
Lo que no es real, aún habiendo sucedido, no es meritorio de
ser consignado. Por ejemplo cómo podría decir que D. -linda niña con
rostro de gitana- “acata” si fue a una conversación electrónica pactada y
en ella atinó a negarse y manifestar los inconvenientes de seguir o empezar…y al llegar aquí,
no hay ninguna señal. ¿Qué será? Ay, de mis días venideros.
Lima 06 de junio de 2006.- Ceñirme a un Sthendal quien consigna cada
hecho de su vida para utilizarlas como fuentes literarias algún tiempo
después y elaborar un panorama de la misma, o, como Casanova que, aun
cuando podría ser un truco literario, pretendería consignar su vida tal
cual fue. Elaborar como Tolstoi o Dostoievsky un diario que no sea leído
por los familiares sobre todo por la esposa. D. al parecer salió con su
hermana, quizá a bailar, respondiendo a un silbo del enamorado de ésta.
¿Me estoy enamorando o es sólo ficción a la cual me estaría adentrando
casi sin darme cuenta?; pero ¿y qué de ella? Es casi media noche y un
vendedor anuncia por un parlante sus “mandarinas sin pepa”. ¿D. cuando
viene lo hace por verme? De poco en poco nos sumergimos en una tenue
pasión paulatina. Creo reconocer que vivo sólo para sumergirme al placer
de cuando en cuando, y ese es el norte de mi vida: el ocio, el goce, la
irresponsabilidad. Lo demás es cuento; se dice: “hay que ser
responsable”; pero cuanto darían por estar en el pellejo del insensato.
Estrategias estudiadas por lo cual calculo que permanecerá al
menos pensando en lo que le he dicho. Si yo siendo una persona sólida
–aunque quizá me engañe, lo cual sería un caos, dado que ya llevo años
consignando este diario y no me conozco lo suficiente– me encandilo, ella
acaso no lo haga por ser casado, haber vivido con mi ex mujer. En fin
todo esto me servirá para algún día como un Casanova recordar mis viejas
vivencias mirándola a mi lado o recordándola sin verla por años, o, para
olvidarlo todo y luego al leerlos recordar esos antiguos placeres,
renovándolos y gozando con ellos otra vez. Por otra parte no sé si
embargarme en enamorar a cuanta fulana sea para probarlo todo y
aventurarme ahora que estoy soltero: feas, disolutas, bellas; pero no soy
un seductor desprejuiciado, ni tengo el aura de un conquistador más bien
la timidez irresistible ha ganado terreno. Y como afinar mi conciencia
moral para hacer cosas como las que Casanova cuando se enamoró a los
quince años y descubrió que la mujer estaba enamorada de otro; entonces
al tanto halló un subterfugio para hacerla pasar por endemoniada y
desquiciar su vida: la muchacha alterada fue tomada por loca. Escribiendo por amor a la verdad: ¿qué decir
respecto de D. quizá sean engaños mutuos que no tomamos en cuenta, porque
en presencia del amor ordinario siempre existen disimulos por partida
doble? ¿Para conocerla y saber de ella acaso tenga que hacer una
minuciosa descripción, estudiarla: hacer al detalle un diseño de las
vicisitudes de su existencia, desnudar su psicología narrando hasta los
más insignificantes pormenores? Vano oficio.
Lima, 08 de Junio de 2006 [10:
30 pm]..- Salida con D.
Sucesión de hechos que denotan vaivenes de constancia, ingenuidad,
soltura, ensueño y duda. De mi parte solidez y conocimientos de efectos
por hechos venideros y por ello mismo inacción de mi parte: dejo pasar
los acontecimientos de estas horas o días porque sé lo que vendrá.
Intención de elaborar un diario aparte, e, incluso, ya separado y vuelto
a mi vida de soltero, llevar un
diario por cada cortejo; sin embargo la disyuntiva donde la monogamia
dependiente de la ilusión, el enamoramiento y la belleza de D. hace que
ceda por ésta última.
En realidad inesperada salida con D. y su sobrina que lleva
mensajes y cartas. Aburridísimo en mi habitación, sin luz ni agua por
días, sin nadie en el MSN,
ni una carta amical, sin poder leer, voy a los bajos donde está el baño y
me encuentro con Med. (vecina que insistía hasta hace poco), hermana de
D. que intuye mi cortejo a ésta última. Intercambio de cosas, estudio de
temperamento, préstamo de dinero. La acompaño pensando encontrarme con D.
Damos con ella y embarcamos a Med. (para ello prestó el dinero),
caminamos por el supermercado. Manifiesta un tenue pesimismo medio en
broma [toda mujer en los inicios de una relación lo hace] y medio en
serio. Es oportunidad para ambos de prácticamente solos de caminar,
manifestarnos, vivir el momento, paseamos en los juegos mecánicos, un
establo, jugamos al amor tierno que nace, entramos al supermercado y me
digo: todo esto lo había soñado, intuido, lo he pensado y sé lo que
vendrá y por donde caerá la desgracia e internalizo un agradecimiento de
rememoración divina. Ella tendría que vivir emociones fuertes que la
hagan pensar en mí. Estamos mirando libros. Salimos a cenar. Temor por
Med. Al llegar ella está ahí. Y se arma un tremendo escándalo, golpea a
su hija, grita a su hermana. ¿No será acaso perversidad, ese oscuro
impulso humano o estaré pagando una pena? Pero ese proceder crearía un
conflicto a favor. El cariño fluye cuando hay prohibición, aunque quizá
todo no sea más que algo ya previsto y al contrario yo sea tan sólo una
víctima. Ahora Med. sonríe con el ‘cuñado’ que hasta hace poco maldecía y
ya lleva así por más de una hora. Ya todo es calma en su hogar y en mi
corazón que hoy no piensa en las locuras que hubiera hecho mañana de no
suceder lo inesperado.
Luego de unos minutos D. me llama para hablar conmigo mientras
bajo a intentar conectar electricidad desde otra casa cuando el novio de
su hermana se cruza a media escalera. No converso con ella a pesar de la
insistencia, me toma del brazo, el cuñado está abajo y se detiene, avanza
y se detiene para decirle algo. Bajo y converso con la mujer de los
bajos, ésta desiste, y al subir ya no está sino su hermana Med. y el
tipo. ¿Qué habrá querido decirme D.? ¿Qué ocurre en su mente precoz?
¿Calculo lo venidero o sólo es conjetura remota? Olvidarlo todo de esta
inesperada vida. Hermoso e inolvidable momento hoy. ¿Desistir o intentar?
Pude haberla acompañado y disculparla pero dimití porque sabía que
ocurriría precisamente ello y aún pudiendo ser considerado como cobarde, sé que la prohibición
creará un tenue y recóndito deseo entre la confusión.
M. me escribe una carta donde me pregunta por los trámites
documentarios del divorcio. Qué lenguaje de las mujeres sugerido e
impuesto por el orgullo propio. Entender, analizar, comprender y asimilar
ese lenguaje es conocer el secreto éxito en amplios aspectos vitales y
actuar conforme al mismo es proyectarse el ‘porvenir’.
Lima, 10 de junio del 2006.- Dubitación, desidia, inestabilidad.
Superstición y casi certeza. Explicar todo lo ocurrido con D. y que
podría “postergarse”. Disyuntiva: ¿los actos míos en ausencia afectan su
manera de pensar? Objetivamente se podría decir que no; pero en qué
altera mi terminología usada por ejemplo para sólo citar un caso, mi
nuevo lenguaje, que quizá esté superpuesto por la culpa o la intención e
incluso la propia duda de estar sojuzgado a la consecuencia. Misterio. La
única certeza ya un tanto prevista es que D. se retiene un tanto por
razones varias. ¿Qué hacer? Responde al teléfono, sonríe, se niega,
desiste; pero qué hacer. Lo mejor es dejar pasar las cosas.
Lima, 22 de junio 2006 (11: 35
pm).- Hace poco me decía
“es verdad estoy aquí con ella” y al marcharse me sentía un tanto
desdichado. Deseos de hablar con alguien, un amigo, a pesar que he pasado
hablando casi todo el día en clase a lo largo de ocho horas; sin embargo
ello me hizo rayar la soledad. Necesidad de compañía. Terrible soledad.
Pequeños infortunios que no debo consignar. Mutismo en estos días por
disposición de la incertidumbre, vaivenes, afecto y confusión en esta
primavera feliz. Podría conseguir escribir pero me posee un gran
desánimo, aunque sin culpa por el deleite del pensamiento. Esperar.
Incertidumbre. La verdad, terrible momento de infelicidad casi como una
audacia divina por alguna acción pasada. Nos aherrojamos en el afecto, a
sabiendas de lo venidero arrastramos nuestros cuerpos al amor. Género de
la especie.
Lima 24, de junio de 2006.- Miro una fotografía de Faulkner, papeles
fotocopiados del diario de J. R. R [que releo], paseo por la habitación
cual loco, furioso, no puedo con mi inquietud, ansia de destapar una
botella de vino para lo cual tendría que salir. Acabo de llegar, la cena
fue casi un desastre; además hace un frío insoportable que no quiero
moverme de aquí, tampoco dormir. Surcado por la nada no sé qué me espera.
No encuentro la manera de descorchar la botella, beber solo, llorar.
Insoportable estolidez de vida, mientras abajo del cuarto-carpa ríen.
Escucho música a todo volumen, que debe fastidiar a los vecinos, y
escribo esta línea. Completar páginas, ingrato trabajo, unirlas con
otras. Escribir de personas que -a pesar de haber tenido lo que me prometí-
empiezo a detestar. ¿Por qué? Confusión como siempre. Y pensar que hasta
ahora mi ser tanto me ha costado, promesas de cientos de lecturas,
tiempo, noches en vela, estudios, y privación de vida. Quizá el genio no
está por estos terrenos; pero ¿por qué no puedo salir de este pesimismo?
¿Por qué no fui a bailar; a pesar de la invitación? ¿Qué demonios me
pasa? ¿Y por qué?… Lecturas y más lecturas, música, Internet, cuarto,
escritura, pc y la nada absoluta: vacío. Mas para qué demonios vine a
esta fetidez de mundo. ¿Qué es la vida? Escribir: certeza de liberación.
Lima, 12 de julio de 2006 (una
de la madrugada).- En estos
días descomunales egresos de dinero en invitaciones a cenar, pasajes,
damas de servicio, ¡y qué mezquindad con mi madre en Ch!., a pesar que a
algún ‘amigo’ desguarnecido he
tenido que socorrer más de una vez. Salidas con G. que al parecer mide el
terreno con suspicacia y cordialidad. D, tierna y afectiva, jugándose el
cariño; pero ¡ay! de mí, sordidez de vida, trotamundos de ‘amor’ y jugarretas
destinadas. Sin embargo desde mis barcas atisbo tierra firme en
lontananza donde el amor tanto como el afecto echen raíces; pero cuánta
dubitación y perplejidad escuece mis horas; así y todo espera del momento
propicio y parsimoniosa certeza del estudio caracterológico. Lectura de
la primera parte del Diario de
Amiel, ¡qué genio del escritor ginebrino!
Lima, 20 de julio del
2006-[8:00 pm].-
Genialidad. Novela completa y actualísima de Cervantes: El Quijote, qué tal agudeza y
sentido de libertad del escritor encerrado en sí mismo creando en una
cárcel la verdadera novela moderna. Postergación o desidia ante D.: una
vez más me retraigo y dejo –hasta qué medida– la vida, lo cual da cuenta
de cierta inestabilidad, desidia ante la aventura [y no digo esto porque
ella asienta y hasta proponga lo mismo] e inmersión en el descubrimiento
de una nueva mujer. M. extrañamente da visitas esporádicas tan sólo por
segundos, deja avisos culturales, recortes, discos, películas; no dice
una palabra y se va. De mi parte madurez, sin ninguna inquietud,
desenvoltura jubilosa en estos días y pensar que he dejado mucho de
consignar acerca de D. Por lo pronto reglas de separación, que no cumple.
No olvidar los goces y exclamaciones, destellos, jolgorios, pequeños
derroches y esa ensoñación suya despertando a la floración del amor, ese
cariz y la aventura. Era la mejor opción ya sin lamento, y viendo
posibilidades truncas. Pequeña fiesta de amor un tanto extraña esta
tarde: ‘despedida’… por lo
pronto dentro de una hora salgo a verme con G.
(más tarde) ¿Qué relación existe entre la palabra y el
hecho? Un acontecimiento podría depender de tan sólo el pensamiento en el
mismo, de cogitar en la posibilidad de su realización por uno de los
participes o no del ‘futuro’ o en pensar exactamente lo contrario a lo
deseado, pensado o calculado, teniendo en cuenta ya no las intenciones
propias sino todo lo que lleva a su acontecer por fuerza de la
intervención en ese ‘mundo de las ideas’ o deseos y que haría participar,
desear, odiar, amar a los demás. Pensar en positivo o en negativo, pensar
[¿pensar?; pero decirlo] en uno o en el otro para el efecto. ¡He ahí el
problema! Pero dado el acontecer con las circunstancias casi
imposibilidad de realización y certeza de una simple conjetura y cavilación
traída de los pelos.
Lima 28 de julio del 2006 (11:
20 a.m).- Fiesta nacional,
mientras yo ando desconcertado respecto a las vivencias de mis últimas
horas. Ayer M. estuvo aquí, trató de cautivar y luego se marchó. Parto de
este lugar en días. Confusión respecto al comportamiento de M. a
recomendación de mi madre. Intimidad mellada. Salida con G. y llamada
tarde ya a M. con la cual pasé la noche. Había quedado verme hoy con la
linda D. -cuánta belleza y ternura pero qué inseguridad- pero al parecer
estuve desayunando con M. cuando ella vino. ¿Qué quiso decirme? Ayer se
retiró a vivir a otro lugar; y quizá venga luego otra vez. Cada mujer
tiene cierta particularidad. Situaciones que sólo a mí me interesan ¿Qué
despierto en cada una? Con G. a simple vista todo marcha bien tomando
terreno la sensualidad que me asombra. ¿Amo a alguna? Increíblemente
extraño a D. Incertidumbre mientras por la TV. se ve García recibiendo la investidura
como presidente electo.
(Más tarde- 8: 56 pm) He salido al autoservicio a comprar, me he
cruzado con un excompañero quien se hizo el desentendido entre cientos de
personas enfatuadas en la bendita manía de adquirir. Confusión de sonidos
de toda suerte de géneros musicales por las fiestas. ¿Qué celebran en
realidad? El gentío, unas calles afuera, con sus mejores ropas hace colas
para ingresar a un circo; el alboroto prima y la confusión del gentío
aumenta mi soledad. Ahora veo por televisión que García recibe en palacio
a cientos de autoridades nacionales y extranjeras. Quizá la visita
inesperada de D. quiso consolidar esta tenue ternura. G. no se encuentra
ni responde al teléfono.
Lima, 01 de agosto de 2006.- Ayer en la tarde
en casa de A., éste me dice que sería muy cruel -ya que es mi amigo de
verdad- animarme y hacerme creer que tengo un don literario que en
realidad quizá no poseo, ya que para cierto lugar en las letras no sólo
basta tener algún sentido de la palabra o una sensibilidad de la cual me
precio, y que aunque quizá por ello pueda llegar a algo. Si deseo arriesgarme,
arruinar mi vida, que cuente con su ayuda, que me publicaría; pero que
sinceramente no me lo recomienda. Y a quien yo veo desventurado es a él,
pues mi vida hace mucho que lleva los senderos del descarrío. Conmoción
hasta las lágrimas por la gran estima que me despierta dada la alevosía
de su mujer y la incertidumbre de ambos ante la vida y el porvenir.
Hoy visita de M.
quien siguiendo algunas recomendaciones de Paula, dice persistir en el
reestablecimiento, ya que sólo quiso darme una pequeña lección; estuvo
llorando casi toda la mañana y luego se marchó. Tarde me encuentro con la
pequeña D.: conversación con ella. Carta a G. donde le digo que acaso al
final algún día la desolación terrible tome terreno cuando por algún
motivo se termine todo lo que estamos viviendo. Que tal vez este sueño es
un tanto inesperado para ambos, y acaso, vedados de tal atributo, no
podamos amar; o quizá exigimos a la vida un cariño que no merezcamos.
Quién sabe sea verdad lo que dice cuando afirma que amar es sufrir y
estar en soledad. Le recuerdo que mientras caía el sol, se adentraba la
tarde y despuntaba la noche, me repetía en silencio que ella me devolvía
la fe cuando la brisa acariciaba nuestros rostros y el mar veía nacer
esta alegría traviesa en la eternidad y el amor quiso enseñarnos su
belleza; aunque le recuerdo, la sospecha que al conocernos descuide el
afecto tierno, amoroso, entrañable y afectivo que sentimos por cada uno.
Al parecer permanece más dubitativa y va mostrándose tal cual es; pero
dando paso al amor del cual desde esta mañana ya sabe M. con detalle.
Lima, 08 de agosto del 2006
(2: 01 de la madrugada).-
Ayer dejé la carpa en Casa Inka. Me he trasladado a un lugar al cual
llamaré Europa un cuarto piso de un edificio con vista a luces nocturnas
de un cerro y avisos luminosos de toda la comunidad. Olor a cemento
fresco. Soledad. ¿Me pregunto qué hace que una hija de una anciana
desdentada se vaya al otro lado del planeta y este trabajando de niñera o
de prostituta, cuando su madre esta sola aquí con algunos cuantos hijos,
para construir una casa de lujo a la que yo sin conocerlos vengo a vivir
por unos cuantos soles? La madre es una anciana que me ha puesto unas
reglas concretas: No llegar pasado las once de la noche como máximo [ya
que yo le dije que extienda una hora más], tengo que hacer lo posible
porque me dé la llave, hoy su hijo me prometió abrir la puerta y estuve
tocando la misma hasta casi la una de la madrugada. G. estuvo aquí con
Escuel, su hermano, al cual habían golpeado, y su señora ayudándome a
cargar con todo. Dormiré literalmente sobre mis libros, cajas de libros y
pudiendo apenarme me siento optimista. M. estuvo en la mañana con
cuestión de minutos en Casa Inka. diciéndome que la perdonara, que quiere
vivir conmigo. Ninguna noticia de D. salvo que fue a buscarme por tres
veces y no me encontró. Hoy me espera un trabajo arduo ya que mañana
presento informes de evaluaciones generales y no he hecho absolutamente
nada, ni quiero hacerlo aunque ello me permite sobrevivir e incluso estar
en este lugar donde tengo pensado empezar la novela que siempre postergo.
Mañana: Agenciar pensión, llamada a A. búsqueda a G. Revisión de correo.
Trabajo todo el día: levantarse temprano. En Europa se repite un eco cual
mazmorra solitaria como dijo Escuel.
Lima, 09 de agosto del 2006.- Hace unos minutos G. estuvo aquí.
Agradables momentos juntos. La dueña no acepta el acceso a la puerta de
entrada, no da las llaves y considera que las once de la noche es
demasiado tarde para llegar a su casa. Veremos qué sucede y adonde emigro
o si es que me acostumbro a esta rutina donde pienso empezar a escribir
mi novela. Moderar tiempos de encuentros con G.
Lima, 11 de agosto del 2006.- Entrada como siempre coartando mi libertad
con un límite de hora de llegada. Pasión casi desmedida con G. que sólo
es restada por la dubitación e incertidumbre mutua. De ella por la
supuesta ambición de perennización del romance y de mí precisamente por
la eventualidad inesperada de lo mismo cuando los días ya han acentuado
la realidad; por cierto me ha recomendado hacerme ver por un
psicoanalista. D. ha escrito una hermosa carta donde dice que nunca
olvidará lo vivido y a no ser de la actitud de su hermana la relación
hubiera continuado viento en popa lo cual resta mi decisión de amor
actual aunque no mi entusiasmo. Se ha encontrado con M. un par de veces,
y se enteró que ésta iba de continuo lo cual la llevó a desentenderse un
tanto. Precisamente recuerdo que en la carta se despide para siempre. La
recuerdo con mi abrigo en un parque conversando de la vida, sus sueños
viendo nacer el amor. Hoy precisamente en la mañana pensaba en ella y su
suerte. Posible mensaje de respuesta.
***
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