CALLE
OSCURA
Edgar Alberto Norabuena
Calle oscura. Incendiadas flores colgadas de los postes huérfanas garúas… huérfanas… Gaviota ausente no se pudo evitar el café ni gritar tan temprano a esta hora nupcial… ebrios en las costillas de la sopa palabras despintadas en el bar ruedan por los socavones del silencio… Calle oscura… pienso en tu sonrisa de lluvia en tus senos alados alumbrados por flores incendiadas pienso en la manía de volar bajo la lluvia. Cada paso a orillas de tu vera me acerca más a tu sombra, cada paso… cada sorbo del café cada verso vano me ata a la ebria forma de tu cintura a mi propia corbata al poste de alumbrado más cercano… Gaviota ausente… hoja en blanco vuela… lejos… muy lejos…vuela yo dije me voy, mi madre lloró y formó un río de miel… desde entonces amo la dulzura de los senos. La lluvia era alegre… la tarde era triste… aún lo recuerdo… Calle oscura. Flores piensan en el alquiler de un mundo nuevo, zapatos húmedos duermen cenicientas… no he podido evitar el café de las horas puras las garúas pintando quejas… calle oscura… imposible café…
Edgar Alberto Norabuena Figueroa: Docente de lengua y literatura dirige la revista
literaria Letra libre.
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