POEMAS

  Fragmentos

Pablo Cerda

 
Un silencio profundo embarga el alma,
un eco trillado son mis lamentos.
Tu nombre va prendido a mi lengua,
tus besos cincelados a mi espalda. 
 
Una sonrisa oscura aparento al mundo,
una mirada amarga, pura hipocresía,
la agonía de no tenerte en la almohada,
de pensarte tantas veces en mi olvido. 
 
Y pasan los minutos como horas.
Tu voz tersa y caoba truena,
hace ecos en las paredes huecas
y penetra en pensamientos infinitos. 
 
Y, así, regresas y regresas, jilguero,
contándome al oído tus recuerdos,
reliquias del amor y del tormento,
fragmentos de erupción y meteorito. 
 

Julio, 2005