Sin retorno

 

 

Roxana Ghiglino

 

 

Quisiera decir que fue a propósito que te robé tus sueños de alcoba
         para arrojarte a los perros.

Y así al amparo de las ratas
        alimentarías tu rabia
en la ojera desastrosa de la nada  Quisiera decir que copulé con tu miseria
sólo por escuchar el chasquido de tus senos amarillos
porque esto no es amor nunca lo fue.

Ni tú ni yo conocemos el sinónimo de la palabra

Apenas somos un par de cerdos a mitad del firmamento.
       No tengo versos para ti… ni fórmula que aplaque tu demencia
 la duda terrible nos acecha
porque así es esta miseria enlodada vulgar como un perro inmundo

Pero te servirá pequeña mariposa para desnudar a los buitres que quieran devorarte
te servirá para asfixiarte en tu recodo para quitar la comezón de tu pubis en flor
y vendrán a través del espanto.
Uno, dos, tres o cuatro
porque ya no chocarás la copa del encanto
         ni volverás a temblar inocente  en la saliva de un leopardo.
No hay dos primeras veces
     no se puede remendar con telas de araña
la carne desfigurada del ser que no se amó.
Ya no habrá testigos de esta segunda vez
en que destroce con una navaja tu espejismo.
Porque así es esta miseria, mi niña tiembla de rabia por nuestro cielo mudo.

Porque yo no sé amar, porque yo nunca pude amar
porque en mi alma… en mi infierno jamás aprendí a salvarme. Ya no

existen razones suficientes para rescatar este castillo que cae muriendo en cenizas
       ódiame si lo deseas… estoy perdido y no he de regresar a ti.

Ódiame si quieres… ya no saldré del infierno.

Ódiame, le temo al amor, le temo a las cadenas, le temo a la locura y

te temo como temo a tantas cosas.

(Y si tú estas en el cielo no lo abandones, aférrate a él con garras y colmillos)

 

 

 

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