Desde Sábado
chico y Señora del mar, la intención de Dante Lecca
ha sido el demostrar que no es necesario trasponer el contexto
local para desnudar el drama del devenir humano. Y este
planteamiento (que bien podría ser entendida como la premisa de
una catarsis social) se ubica también en El Zarco y otros
cuentos, con lo cual la universalización temática llega a
través de personajes que viven su existencia como legítimos
miembros de una comunidad global, pero individualizándose a
partir de las características del medio en el que se mueven.
Sindicalistas en proceso de aprendizaje, prostitutas enfrentadas
a las particularidades de su oficio, parroquianos presa del peso
de lo subjetivo, vecindades experimentando intensamente su
cotidianidad: el repertorio se muestra diverso pero la
idiosincrasia de los personajes intenta marcar a veces un mismo
curso en las historias. Y en esta riqueza de situaciones, la ironía,
la sensualidad, la tragedia e, ineluctablemente, la poesía,
desembocando como un resultado casi lógico. Luego de esta
entrega, podemos hablar ya de un estilo narrativo con rasgos de
peculiaridad.
Desde Sábado
chico y Señora del mar, la intención de Dante Lecca
ha sido el demostrar que no es necesario trasponer el contexto
local para desnudar el drama del devenir humano. Y este
planteamiento (que bien podría ser entendida como la premisa de
una catarsis social) se ubica también en El Zarco y otros
cuentos, con lo cual la universalización temática llega a
través de personajes que viven su existencia como legítimos
miembros de una comunidad global, pero individualizándose a
partir de las características del medio en el que se mueven.
Sindicalistas en proceso de aprendizaje, prostitutas enfrentadas
a las particularidades de su oficio, parroquianos presa del peso
de lo subjetivo, vecindades experimentando intensamente su
cotidianidad: el repertorio se muestra diverso pero la
idiosincrasia de los personajes intenta marcar a veces un mismo
curso en las historias. Y en esta riqueza de situaciones, la ironía,
la sensualidad, la tragedia e, ineluctablemente, la poesía,
desembocando como un resultado casi lógico. Luego de esta
entrega, podemos hablar ya de un estilo narrativo con rasgos de
peculiaridad.