Flor de un día

Nosferatus

Yace el cadáver de la flor
entre un embalsamado
pétalo y el que le sigue,
apenas eco del carmín
al candor del muerto verso
que sin savia no revive,
bajo la prosa que se escurre
por entre el tuétano tallo
y hasta la misma espina,
cual aguda y silente clorofila
rasgando el oscuro pergamino
entretejido con los hilos de la noche,
dejando estelas de muerta tinta
bogadas por el viento
cual sagrados sahumerios,
cual suspendido sueño,
bajo la real pesadilla
al umbral del otoño atiborrado
de pétalos y muertas hojas
el jardín en el que murió
la prosa y el verso
tras la espina...
tras la flor de un día.

 

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