Insensible

 

Aqualuz



¡Shhhhh!
¿Por qué entráis tan de prisa?
¿No veis que el ruido es grave?
En este nido no corre ni la brisa,
y el sueño reina dulce y suave.

¡Shhhhh!
No. Que no es posible despertarlo.
¿Para que la urgencia de tocarlo?
¿No contempláis que al dormir se goza?
Es una sonrisa lo que su rostro esboza.

¡Shhhhh!
¡Que no! ¡Que insistencia tan impertinente!
Dejó indicado que no se le moleste.
¿Acaso lo que le requieres no se aplaza?
Podrías volver en otro día o algunos meses.

¡Shhhhh!
¿Por qué yo? No que mande en él.
Sólo cuido lo que me interesa, por su bien.
Soy la guarda de tan dulces sueños,
y esto no es nada difícil de entender.

¡Shhhhh!
¡Qué te calles! ¿A qué tanto repetir lo mismo?:
Que lo quieres, que lo amas, que lo esperas…
Que se vuelva del letargo voluntario de reposo…
Que responda a tus impulsos sin temor.

¡Shhhhh!
¡Oh! No es posible. ¿No lo entiendes?
Es mí corazón. Es mi cariño. Es sólo mío.
No lo puedo molestar, ni que despierte:
¿Para que se vuelva a desangrar ingratamente?

¡Shhhhh!
Déjalo tal cual ahora se encuentra.
Te suplico que no sigas esta historia.
Si hay tantos corazones sin memoria…
… ¿no es mejor que busques otras rosas?

¡Shhhhh!
Ya vete por favor. No quiero amarte.
No me interesa volver a enamorarme.
No es por ti… no eres el culpable.
Es un tiempo de abstención interminable.

¡Shhhhh!
Ya cierra sus ojos. Asegura la puerta cuando partas.
Duerme… shhhh, duerme, nada ha sucedido.
¿Qué de dónde ha venido ese sonido? No lo sé,
creo que fue el viento, el viento entrometido…