El escritor del mes

 

Amado Nervo 

(1870 - 1919)

Poeta mexicano descendiente de españoles,  nació en Tepic, Nayarit en 1870.
En su juventud quiso ser clérigo, su apellido fue Ruiz de Nervo, el cual fue modificado por su padre resultando ser Amado Nervo. Luego de quedar huérfano de  padre a los nueve años, su madre lo manda al colegio de padres romanos en Jacona Michoacán; de ahí, pasó a sus estudios de bachiller al pueblo de Zamora Michoacán, para continuar después con su carrera de abogado, la cual sólo pudo llevar por dos años, pues hubo que interrumpirlos por problemas económicos familiares, tuvo que trabajar para ayudar así a la manutención de su familia.

En busca de mejorar la economía, partió al puerto de Mazatlán, donde trabajó para el correo de la tarde, escribiendo sus primeros artículos. Más tarde se dirigió a la capital, ahí fue donde se abrió camino.
Con frecuencia, refieren sus biógrafos estas penalidades, mencionan que tuvo que lucrar el pan de "estanquillero" y hasta de "tablajero" en el Rastro, y quizás a ello alude el mismo Nervo, cuando asegura que el escritor "vive regularmente o de un empleo, o de algo más prosaico; a veces es tendero, a veces carnicero, a veces "coyote" y a veces, muy raras... negociante en grande". Mayores aún fueron sus penas morales, como la pérdida de su hermano Luis -comerciante ocasional y asimismo poeta-, quien, sin la fortaleza de Amado, desertó de la vida en plena lucha. Años después consignará en sus Apuntes para un libro que no escribiré nunca, estas palabras: "Yo he visto el rayo verde, que trae ventura. Lo vimos en una playa mazatleca mi hermano y yo, una tarde de julio. Mi hermano se suicidó y yo... ". En realidad, su nombre comenzó a difundirse en 1895 con la publicación de su primer libro, que no fue una colección poética, sino una novela corta: "El Bachiller". "Místicas" fue su primer libro de versos publicado (1898), si bien no el primero que escribió, pues tal prioridad corresponde a "Perlas Negras" -obra de adolescencia- que salió a luz en el mismo año.
Después de El Bachiller publicó su atrayente narración fantasista titulada "El Donador de Almas". Ambas novelitas, juntas con "Pascual Aguilera" -obra primeriza formaron el volumen impreso en Barcelona con el título de "Otras Vidas". Como todos los poetas finiseculares, amaba a París y pudo conocerlo en 1900. Fue enviado como corresponsal de El Mundo; pero, no obstante que Nervo cumplía eficazmente con su encargo y de que a los lectores les parecían muy bellas sus correspondencias "pronto fue despedido en forma inopinada por el gerente de la empresa. Y volvió a encontrarse con la pobreza, pero también se encontró con el amor; con el grande amor "para toda la vida"; es decir, con Ana Cecilia Luisa Dailliez, la dulce mujer que fue su compañera durante más de diez años-que luego a su muerte le causó "la amputación más dolorosa de sí mismo". Fruto de este dolor fue un libro de versos muy leído: La Amada Inmóvil. En París conoció a Verlaine, a Moreas, a Wilde, etc., y fue amigo de los escritores y poetas hispanoamericanos que residían o pasaban por aquella Lutecia que tanto encandiló a la generación de los modernistas. Allí selló su amistad con Rubén Darío; amistad sin quebrantos ni recelos, excepcional entre los grandes artistas y justamente calificada de ejemplar. En París publicó la versión francesa de "El Bachiller" -con el título de "Orígene" -. Ya de regreso en México (1902), publicó su bello libro de prosa y verso llamado "El Exodo y Las Flores del Camino". De 1902 a 1905 trabajó nuevamente en El Mundo, El Imparcial y El Mundo Ilustrado. Sacó a luz otro libro de versos: "Los Jardines Interiores", que es el mismo que había comenzado a preparar con el título de Savia Enferma. En esa misma época obtuvo, por oposición, el cargo de profesor de lengua castellana en la Escuela Nacional Preparatoria. En 1905 ingresó en el servicio diplomático con la categoría de segundo secretario adscrito a la Legación de México en Madrid. Más tarde colaboró en periódicos de Buenos Aires y La Habana. En España escribió muchos de sus mejores libros, entre los cuales descuellan "En Voz Baja", "Juana de Asbaje", "Serenidad", "La Amada Inmóvil", "Elevación" y "Plenitud". Murió en Montevideo el veinticuatro de mayo de 1919. Su retorno a la patria y sus funerales constituyeron una verdadera apoteosis. Yacen sus restos en la Rotonda de los Hombres Ilustres.

 

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