Por: Ernesto Würth
Existiendo en el mundo actual Encuentro
que seria poco ético, hablar en los momentos actuales, sólo de
arte: poesía, pintura, escultura..., existiendo en el mundo
problemas tan contingentes y gravísimos, que a través de los
siglos siguen sin solución, en nuestro mundo subdesarrollado:
América Latina, Asia y África. Especialmente
me refiero, a la distribución de la riqueza en el mundo
globalizado, la que opera tan mal, que tenemos la hambruna más
grande de todos los tiempos, además con gran mortalidad
infantil, extensión del sida, inmensos problemas sociales, de
educación y salud. Al lado de ésta gente sin protección,
existen conglomerados de gran riqueza, grandes empresas,
riquezas naturales explotadas a costa de los pueblos que no
ganan nada con vivir o haber nacido dentro de estas tierras y
sus riquezas. Existe
una gran indiferencia antes estos problemas, y creo, que en
los próximos años, seremos testigos de grandes revoluciones o
revueltas populares, de estas masas hambrientas. Ya se ha
visto en Europa, explícitamente Francia, en donde hubo una
revuelta sangrienta que costó vidas humanas, debido
especialmente al racismo y hambruna, o problemas
sociales. Creo
que a nosotros, quienes vivimos en el mundo intelectual, nos
toca un papel muy importante, para denunciar estos problemas,
a lo mejor con un trabajo de hormigas, de pequeños mensajes,
pidiendo se solucionen o por lo menos se vayan tomando medidas
para disminuir el problema. Veo
indiferencia en las clases dirigentes, en los clanes
económicos, para darle un corte a este asunto. Y por eso deseo
referirme a este problema antes de fin de año, para tocar las
fibras de las gentes sensibles. Invito a este trabajo de
sensibilidad, a invocar en nuestros escritos, poesías, una
denuncia formal, como un aporte de grano de arena, esperando
la sensibilidad de quienes lo
lean. Termino
mi aporte con mi siguiente poema, referente al
tema. LOS FRUTOS DE LOS
ÁRBOLES. Saliendo
de primavera entrando
al verano el
frío se retira los
calores llegan la
tierra se verdea, los
frutos crecen llenándose
de hojas verdes creciendo
las sombras; conversando
con los frutos de
ésta aurora calurosa, pienso
en el mundo sus hombres, que
no pueden comer sus frutos aunque
tengan hambre, madres
con sus hijos miran
hacia arriba, la nada, implorando
con sus hijos, el hambre, ¿de
quien es la primavera, el verano, de
quien es el aire, el sol y la
luna? Aparece
un suspiro clavado en las nubes, sale el sol todas las
mañanas, los
colores, los aromas, las
hormigas, todas
tienen dueño y también un sueño, ¿Quién
distribuye las riquezas? Suenan
Villancicos cantando a un niño, suenan
muchas cosas en este mundo
apagándose, miro
y busco ese diamante pulido que me
enseñara alguien a revivirlo, son preguntas sin respuestas,
pero las hay, existen,
pero todas tienen ese dueño y el
olvido. Veo
pasar golondrinas, jilgueros, gaviotas, loicas, garzas y
flamencos, ellos
pasan entre sus frutos
comiéndoselos, las
veo sin hambre, tragándolo todo, Sus
cuerpos cubiertos de plumas, carne rosada, sin
hambre, las
gaviotas picando sobre los mares sacando sus
peces; mientras,
los hombres lloran, suplican, su
hambre, y
me pregunto la diferencia entre aves y
hombres viven
el mismo mundo, rodeados de
alimentos, ¿Quién
hizo esa diferencia, si el mundo es el
mismo? Preguntas
sin respuestas, existen, pero
todas tienen
ese dueño, ese sueño y el
olvido….
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