CARTA, ¿HACIA DÓNDE?
A Rosa
María Juárez Meza
Amor, ¿cómo darás conmigo entre tanto olvido?,
¿cómo entre tanta gente y entre tanta noche?
¿Cómo darás conmigo si muchos proyectos y muchas
babeles
se han arruinado?
¿Cómo darás conmigo si hay sombras... negrísimas
que no te
puedes ni imaginar,
si aquellos amuletos anticuados no son suficientes
y, además, ay, créelo, los vientos han erosionado ya
los caminos?
¿Cómo darás conmigo si -lamentablemente- la muerte
nos
ha enseñado a llorar,
si la cruda enfermedad puede llevarnos a ningún
sitio,
a cualquier radiografía de nadie,
a cualquier vacío?
¿Cómo darás conmigo si el grito, la furia, los
golpes ciegos al dolor
no bastan, sí,
no bastan
entre tanta hacha y asimetría ingobernable?
¿Cómo darás conmigo si el adiós y el silencio se
irguen por doquier,
si hay, ay, tormentas hasta sin territorio, créelo
y, aun, de improviso, este septiembre ha terminado
como un soplo?
¿Cómo darás conmigo si un deseo sólo se sobrepone
como
cualquier teoría,
como cualquier hipnosis, o embelesamiento o
resistencia sonámbula...
u utopía?
¿Cómo darás conmigo a pesar del marchitamiento
imparable,
a pesar de todo,
a pesar de las piedras -tantas que tapan-
y de los ojos de los escorpiones?
¿Cómo darás conmigo a pesar del fuego
y de sus leyes a veces álgidas,
a pesar del automatismo impar y... manido
y de los himnos inservibles de los gusanos?
¿Cómo darás conmigo ahora
que es lo que te ruego
con todo el corazón mío y de mi mundo
y de mi angustia total e indescriptible y
desquiciante por abrazarte?
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