LA PALABRA SE VUELVE REBELDE

La palabra se vuelve rebelde cuando la gaviota se acerca
a preguntarme por el puerto,
las redes,
los botes varados a la orilla
el sol pegado en el cielo,
de los compañeros cutreros trepándose en los volquetes,
y del loco Moncada con los ojos de Mesías,
expulsando a los ambulantes del mercado “El Progreso”.
Algo se desprende de su rostro cuando me habla de las fábricas:
A esta hora estarán quemando el último pedazo de cielo fresco,
y los señores de dorados anillos con una sonrisa en los labios
estarán festejando
el sudor de los serranos,
que ayer dejaron el cielo azul de sus campos.
Allí están en los bares de la avenida Bolognesi,
abrazando a las mejores putas del puerto;
bebiendo el mejor Wisky,
mientras que otros duermen con las tripas trenzadas
de tanta hambre;
abrigados en cuatro esteras al filo del mar
que ya ni les pertenece.
Pero el viento nos obliga hacer un silencio,
aunque éste no sea nuestro
ni el sol que ahora está pegado en otro cielo.
Con la tristeza incrustada en su mirada,
tuvo que escaparse a otros mares
porque a su raza la están extinguiendo
como lo hacen hoy con los serranos.
El cielo empezó a ser cercado
y ya no tenía donde volar con libertad,
y el alimento enviado por los dioses,
se lo robaron el día que empezaron a llenar sus lanchas;
hoy sólo queda humo en las fábricas y
cielo oscuro en las mañanas.
Me hace la última pregunta en voz baja,
antes de zambullirse en el mar de otra patria,
Si el pejerrey que escondo en mi bolsillo, será para él.


De "El abrigo de mis sandalias" ,2006

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CÉSAR QUISPE RAMIREZ Estudió lengua y literatura en la Universidad Nacional Del Santa (Chimbote, Perú). En el 2003 obtuvo el Primer Premio en el Concurso de Poesía "Juan Ojeda Ojeda, organizado por el INC Chimbote. Ha colaborado con entrevistas y comentarios en la página cultural del diario La Industria de Chimbote .Es integrante del Taller de Artes Plásticas "Palamenco", UNS