A MILLONES DE AÑOS LUZ
Murió la gente que amaba en otro tiempo a millones de años luz debajo de la mesa.
Murió en un pequeño perro que amaba, en mis zapatos cansados
y en mi uniforme de escuela rural.
Murió con mi estrella profunda sobre el cielo con don gato alegre, alargado, con don perro tristón, mitificado.
Con don infeliz zapatero y don cándido lechero.
Murió la gente que amaba en otro tiempo debajo de un árbol sobre mi cuaderno de mapas.
Murió en el pizarrón de don Eulalio, en el lápiz despuntado, en las trenzas de María.
Y yo sé, lacónicamente, que jamás seré feliz.
SOLEDAD
Yo quisiera sentirme bien
(expreso mi disconformidad).
Mis coordenadas están del otro lado,
menos aquí, donde, como un extraño,
cojo mi quijada y la balanceo.
De chico fui a la escuela como otros
y como otros también amé y tuve sueños.
Yo no sé, pero sospecho
que nadie, entonces, me supo hacer feliz.
Dirán los maestros que fui retraído y solitario
y que soñaba mucho.
No lo sé
(expreso mi disconformidad).
Sólo sé que sufrí la partida de alguien
y que siendo impotente niño
el amor a veces,
como una ola fría,
también en mí moría.
Acompañaron mis sueños
seres de arcilla, arena y soledad.
He querido mucho, lo confieso,
y confieso también que lo hacía cada vez que el sol se iba con la tarde.
De "Sueños a Poesía, 1994
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AZAGAR
(seudónimo de Santiago Azabache García), nació en Trujillo en 1969. En 1993 obtuvo el Primer Lugar en Cuento y Segundo en Poesía en los Juegos Florales "Enrique Cam Urquiaga" (Universidad Nacional del Santa) y en los años 1994 y 1995 el Primer Lugar en Poesía en los Juegos Florales de la Universidad Privada San Pedro de Chimbote. Ese mismo año publica, en edición artesanal, “Sueños a poesía”, conjunto de poemas en el que privilegia el tema del amor y los intrincados meandros de la subjetividad, permitiendo vislumbrar el manejo de un lenguaje que no tropieza con una metáfora elaborada, sino que se explaya en la fidelidad a los sentimientos y a la animosa brisa de las emociones.
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