Colocha
amistosa: Hola
galileo, ¿eres español?
Richard:
No María, no puedo esperarte más, tienes que venir; si no lo haces, me
mataré.
Colocha amistosa:
Ya pues galileo, háblame.
Lobo_cazador acaba de ingresar a
Charlas literarias
Miguel Ángel:
Lo que pasa es que al ir a cazar él se encontró con Melquíades y este le
dijo todo de lo de la familia: sobre el final de su historia. Entonces
decidió desaparecer, finiquitarse.
Colocha amistosa:
Por fa’, no me dejes hablando sola; o estás ocupado
Lobo_cazador:
¿Hay alguien aquí?
Galileo:
Evito hablar con extraños
María:
Tengo un compromiso, no puedo ir ahora
Colocha amistosa:
Ya pues Galileo, dime de dónde eres
Galileo:
Soy del ciberespacio
Richard:
Claro, se supone que ahora te encontrarás con Hunter: Para él siempre
estás
Colocha amistosa:
No puedes ser del ciberespacio; ya pues, no juegues, ¿no quieres
hablar? En todo caso, no debieras estar aquí.
Lectorcito:
Pero qué conseguía con su muerte
Lobo_cazador:
Hola lectorcitos
Miguel Ángel:
desbaratar la historia
María:
Es un compromiso social, no es lo que tú piensas. Además, Hunter es
primo mío
Richard:
Y supongo que yo también para otros debo ser familiar tuyo
María:
Ya no empieces, sabes que no soporto esas pataletas tuyas. Debo ir a una
exposición de pintura.
Galileo:
Era de Irlanda, ahora… ya no lo sé; por eso digo que del ciberespacio.
Colocha amistosa:
Dime, ¿te gustan las latinoamericanas?
Galileo:
¿De dónde eres tú?
Lobo_cazador:
Alguna nena ardiente… Hola Colocha
Colocha amistosa:
De Colombia.
Galileo:
Prefiero evitar a las de tu género, solo traen problemas. Conocí a una
que no he terminado de quitármela de encima.
Colocha amistosa:
Pero yo puedo ser diferente. Quieres ir al privado conmigo
Galileo:
Me da igual.
Richard:
¿Puedo ir contigo?
María:
Iré sola; quiero un poco de espacio hoy. ¡Acaso no puedes entenderlo!
Dios mío, quién pudiera hacerlo.
Colocha amistosa:
Es que aquí hablan todos y no podemos estar en paz
Lobo_cazador:
Yo te acompaño mi amor. Contigo a donde sea
Lectorcito:
¿Y como explicas el olor a pólvora que queda después y sigue impregnado
en la tierra luego de muchos años?
Richard:
Pero yo te amo.
María:
No es suficiente el amor. Hay algo más, algo que… dejémoslo ahí.
Lobo_cazador:
Yo sé amar de verdad. Pruébame ricura
Miguel Ángel:
Es que al Gabo no le quedó otra que idear algo para justificar su
ausencia, pues José Arcadio debía continuar en la historia. Y luego del
suicidio, solo pudo llenar el vacío con algo que recordara su presencia.
Lectorcito:
Tal vez por eso dejó recluida a Rebeca en su casa hasta su muerte.
Porque ya no podía interactuar.
Lobo_cazador:
Presénteme a esa Rebeca y yo le hago compañía
Miguel Ángel:
Claro; ya vas entendiendo
Richard:
Te seguiré. Ya me dijiste a dónde vas. Sabré dónde encontrarte.
María:
Si lo haces, no te hablaré más. No contestaré tus escritos
Lobo_cazador:
No lo dejes María, no lo dejes llorando
Lectorcito:
Ah, entonces por eso el hilo de sangre, porque se supone que Ursula
estaba distraída en sus caramelitos de animales y no tenía tiempo para
nada, porque el narrador lo dispuso así. Y luego del disparo, forzó a
que el hilo de sangre llegara a ella y la guiara así como está narrado
en la historia.
Miguel Ángel:
No lo pensé yo así, pero vale tu razonamiento; ya vas agarrando la
lógica.
Lobo_cazador:
O sea yo estoy Pintado. Aburridos.
Lobo_cazador abandonó Charlas
literarias
Galileo aceptó la invitación al
privado
Colocha amistosa:
Dime Galileo, ¿cuál es tu verdadera historia?
Galileo:
pues no lo creerías, mejor hablemos de ti.
Colocha amistosa:
Ah no; tú eres el que debe hablar. Estoy dispuesta a escucharte
cariño (es un decir)
Galileo:
pues se resume a diez años. Solo eso, después de diez largos años se me
presentó ella y no pude contener la sangre.
Colocha amistosa:
O sea te enamoraste de ella
Galileo:
Algo peor, debiste estar en mi lugar para saber qué siente uno después
de diez años.
Colocha amistosa:
No entiendo nada
Galileo:
Mejor lo dejamos ahí. ¿Dices que eres colombiana?
Colocha amistosa:
Sí
Galileo:
Ya hay solución a vuestros conflictos internos
Colocha amistosa:
Creo que a nadie le interesa eso más que a nosotros, que lo
padecemos.
Galileo:
Yo estuve en una de esas maravillosas revoluciones. Bueno, estuve muy
cerca, casi llegué. Lo viví como si fuera mi propio conflicto. Quise
ayudar. El destino me lo impidió.
Colocha amistosa:
Una revolución como la de mi país. ¿Acaso la de Perú?
Galileo:
No, pero da lo mismo… Estuve en Canudos. ¿Te dice algo?
Colocha amistosa:
Verdaderamente, no.
Galileo:
Fue hace mucho tiempo, en Brasil.
Colocha amistosa:
No la recuerdo. ¿Entonces, ya eres mayor?
Galileo:
No lo sé. ¿Qué año es?
Colocha amistosa:
2007; ¿En qué mundo andas?
Galileo:
No lo sé. ¿En qué mundo andas tú?
Colocha amistosa:
En este pues; tú eres el que parece de otro mundo
Galileo:
Veo que no eres lectora, ese es el problema.
Colocha amistosa:
¿Y tú sí lo eres, mi amor?
Galileo:
Vez, te dije que no entenderías.
Colocha amistosa abandonó sesión
Richard:
María, ¿sigues ahí?
María:
Sí, no puedo irme si no me dices que estarás bien.
Richard:
Nunca lo estaré. Pero me quedaré a esperarte. ¿Volverás?
María:
Claro, te quiero, siempre estaré contigo, lo sabes.
Richard:
pero solo como amiga.
María:
Me voy.
Miguel Ángel:
Oye Lector, ¿quiénes son estos dos?, parecen conocidos
María abandonó Charlas
literarias
Lectorcito:
Todo parece conocido aquí. ¿Y qué pasaría con los dos perrazos que tenía
José Arcadio?
Miguel Ángel:
Es un detalle que el Gabo dejó de narrar
Lectorcito:
Sí. Pues a ver si lo discutimos en otro momento. Debo salir
Miguel Ángel:
Ok, yo debo hacer lo mismo
Galileo acaba de ingresar a
Charlas literarias
Lectorcito:
Adiós personaje vargasllosiano, te quedas solo;
Galileo: No importa,
estoy acostumbrado a estar aquí.
Jurema acaba de ingresar a
Charlas literarias
Miguel Ángel:
Chau a todos. Saludos a los otros que paran siempre aquí.
Miguel Ángel y
Lectorcito
acaban de cerrar sesión
Jurema:
¿Galileo; estás ahí?
Galileo:
¿Acaso no se puede huir de ti?
Jurema:
No mientras sigas en este mundo
Galileo:
Pero ya te pedí perdón
Galileo:
El perdón no remedia nada
Galileo:
Si solo pudieras olvidar
Jurema:
No se puede olvidar desde mi posición
Rufino acaba de iniciar sesión
Rufino:
¿Alguien ha visto a Galileo Gall?