Guerra

 

Juan Benavente

 

 

Guerra es el paladín de la destrucción

la eliminación del hombre por el hombre

feroz odio que aplasta al amor

fuerza que doblega a la razón.

 

Guerra es la agresión de la oscuridad

también del hueso y carne sin sesos

nos obliga a nadar en el pantano

a lidiarnos entre sanguijuelas y alimañas.

 

Guerra es la cortina de humo de la cobardía,

demencia e intolerancia de los poderosos

quienes indiferentes ultiman deseos y

ven caer a tus hijos como hojas de otoño.

 

Guerra, festín de los traficantes de armas

extraña felicidad de los mercenarios

que brindan con la sangre entre los dedos

los sucios millones ocultos en Suiza.

 

Guerra...

guerra es la paz en el campo de concentración

la inocencia bajo el yugo de la barbarie

la exclusiva estupidez de confundir el Poder

con el barato canje de hijos por petróleo

obsesión preñada de insaciable sed de fuego

suscriben sendas campañas de ilusiones

y azuzan, valiéndose de la virginidad mental

irrumpen fervientes ante el estigma: Heroicidad

acaso, suelo y sueño que jamás pisarán

porque así demanda el ángulo letal de la pesadilla

perdido en el laberinto de la miseria sin respuestas

las ideas calcinadas por el gigantesco hongo

símbolo de la herencia civilizada en agonía;

sólo la desconfianza soportó desde mucho antes

como púas que adornan las fronteras de la Libertad.

 

Guerra es la antesala del adiós a la Tierra

y en estos tiempos del último milenio

sólo las cenizas y la nebulosa cantarán victoria

bajo la sentencia de muerte de los tímpanos

de hombres que sólo aprendieron a matarse mejor.

 

(Poemas que pertenecen al poemario inédito “Último Testamente”)

 

 

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