Camino a los extramuros, de Ítalo Morales

 

 Ricardo Ayllón

 

Luego de que Ítalo Morales (Chimbote, 1974) entregara El aullar de las hormigas (2003), muestra evidente de que la narrativa es para él el más serio de los oficios y el principal agente de su realización personal, nos complace asistir ahora a la aparición de Camino a los extramuros, volumen de cuentos que detalla con claridad las preocupaciones y conquistas de su joven aventura literaria. Entender desde las líneas iniciales de uno de los cuentos la evidente tentativa de deslumbrar al lector mediante las bondades de la técnica, el esmero en la carga anímica y emocional de sus personajes y el sometimiento permanente al contrapunto de lo fantástico, ingrediente último que nuestro narrador parece haber adquirido de su permanente lectura de Borges (sujeto de fabulación, además), no es otra cosa que comprobar que Morales ha entendido las ventajas de alcanzar una personalidad distintiva. Estos méritos, junto con la admirable laboriosidad manifestada en este libro, es plena evidencia de ello.

 

 

 

 

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