MADRE

 

Contemplando del mar

la distancia que queda

para el encuentro de mi Madre,

su dulce fragancia que hace sentir

sus caricias todas llenas de amor.

 

Que murmuren las olas

si hablo blasfemia,

que me corten la lengua

si hoy miento por amor.

 

Cuánto siento la huida del sol al no verte, Madre.

El vacío que absorbe esta casa, mi adentro;

sólo el mar detiene tu sombra,

y hacia allá voy a contemplar por las mañanas

para escuchar el vibrar de las olas,

que en oda a ti danzan.

 

Toda la bahía se aleja de la tierra,

y hasta la tierra de la tierra;

desde allá cantan, desde aquella isla.

Hoy vendrá, hoy vendrá.

 

Mientras yo, no te puedo sentir,

¡hoy no estás aquí! – Pero vendrás –

por aquella avenida, cerca al mar,

ha de pasar radiante, orgullosa y humilde.

La ternura de mi Madre

plasmada siempre estará.

- como mi Madre, sólo MI MADRE -.

 

 

 

ROJO O FUERTE

 

Rojas son mis rapsodias,

rojas son las rosas,

rojo es lo intenso.

Roja es la vida seca que

destierra el sol sobre el

temple de la arena.

Roja es mi pasión por esta tierra

que traspasa fronteras.

Rojo es lo crudo que respiro,

rojo es el credo que discrepo

tras el ritmo  que camino.

Roja es mi obsesión,

mi delirio por ésta mi vida.

Rojo es lo intenso que a la vera

observo,

 

Fuertes son las ideas.

Tu expresión, tu amor por esta tu casa.

Chimbote, fuerte son tus pescadores

que remo a remo captan dinero.

Fuertes son los días que arrasan

vendedores, huérfanos y mendigos;

de esos son las fuentes rojas o ardientes,

las islas secas, el sueño del pez dorado.

Fuertes son los mares.

fuertes las anclas,

sino sabes nadar.

Rojas son las noches,

sino sabes pensar.

 

¿Y qué hay de las rosas rojas

si nunca apreciaste su aroma fuerte que dejan al pasar?.